Bienvenido/a

El taller de la bruja Gertrudis es un blog de encuentro de personas a las que nos gusta la lectura donde podemos dejar comentarios de los libros que vamos leyendo con el ánimo de tener un punto de referencia de los libros que nos gustan y un espacio que yo he llamado Cajón de sastre, donde cabe desde un poema a una reflexión o una frase o cualquier cosa que se nos ocurra.

miércoles, 12 de mayo de 2021

 




Miguel Hernández (1910 - 1942), poeta del pueblo y de la tierra. De humildes orígenes, de pequeño ayudó a su familia en las labores del pastoreo. Asistió al colegio para pobres del Ave María y al colegio Santo Domingo de los Jesuitas donde conoció a Ramón Sijé, su gran amigo al que lloró amargamente por su muerte, escribiendo una elegía desgarradora. Tuvo que abandonar pronto el colegio pero siguió estudiando por su cuenta en la biblioteca de Luis Almarcha donde descubrió a los principales escritores clásicos españoles y el teatro. Su principal fuentes de inspiración es el entorno en el que vive: la huerta, su patio, la montaña, las cabras, el pastoreo, el río... Pablo Neruda dijo de él que "era un escritor salido de la naturaleza…" Son los versos de amor los que consagran a Miguel como poeta en el Madrid de los años treinta con "El rayo que no cesa". Participó en la Guerra Civil en el bando republicano. Es encarcelado y muere en la cárcel de Orihuela de una tuberculosis pulmonar aguda. El poema Para la libertad pone voz a un herido anónimo que simboliza a todos los combatientes heridos de la Guerra Civil española. Su sufrimiento es una ofrenda a la lucha por la libertad y los defendidos por la República.

lunes, 10 de mayo de 2021

 


Título: Sira

Autor: María Dueñas

Nº de páginas: 648

Editorial: PLANETA, 2021

ISBN: 9788408241911

 

La Segunda Gran Guerra llega a su fin y el mundo emprende una tortuosa reconstrucción. Concluidas sus funciones como colaboradora de los Servicios Secretos Británicos, Sira afronta el futuro con ansias de serenidad. No lo logrará, sin embargo. El destino le tendrá preparada una trágica desventura que la obligará a reinventarse, tomar sola las riendas de su vida y luchar con garra para encauzar el porvenir.

Entre hechos históricos que marcarán una época, Jerusalén, Londres, Madrid y Tánger serán los escenarios por los que transite. En ellos afrontará desgarros y reencuentros, cometidos arriesgados y la experiencia de la maternidad.

Sira Bonnard —antes Arish Agoriuq, antes Sira Quiroga — ya no es la inocente costurera que nos deslumbró entre patrones y mensajes clandestinos, pero su atractivo permanece intacto.

 

Sira, la segunda parte de El tiempo entre costuras de María Dueñas, nos invita a seguir las aventuras de esta inolvidable costurera e introducirnos en un época llena de conflictos internacionales. Ya no  veremos a Sira solo en Madrid o Lisboa, ahora la veremos en Jerusalén, en Londres, en Madrid de nuevo pero con otra identidad y en Tánger.

Esta secuela de El tiempo entre costuras está a la altura de la original, pero vemos a una Sira mucho más madura, ahora debe enfrentarse a todo ella sola, sin ningún respaldo y con el hándicap de tener un hijo a su cargo.

Sira sitúa a los lectores durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial. Terminada su misión como colaboradora de los Servicios Secretos Británicos, Sira trata de buscar algo de calma y viaja hasta Jerusalén para acompañar a Marcus con quien se ha casado en Gibraltar. Sin embargo, la situación política allí es convulsa y tras quedarse embarazada decide trasladarse a Londres con su hijo Víctor. El destino la obligará a reinventarse, tomar sola las riendas de su vida y luchar para encauzar su futuro.

La autora nos envuelve con su amena prosa y un rimo ágil en una serie de ciudades que quieren reconstruirse después de su horror particular como son Londres y Madrid, de un Tánger que aún conserva un atisbo de su antiguo resplandor cuando fue centro del espionaje mundial y de un Jerusalén que está viviendo el germen de su independencia de la colonia Británica. Para ello se vale de la aparición en escena de personajes reales para recrear su ficción, como Evita Perón, el general Franco, la socialité más importantes de la época Barbara Hutton, el naviero argentino Alberto Dodero, Juan Duarte, hermano de Evita y secretario personal de Perón y el diplomático y escritor español Agustín de Foxá entre otros y el reencuentro de antiguos e inolvidables personajes como su amigo Félix Aranda, Candelaria la matutera, Ignacio Montes, su primer novio todavía en el Cuerpo de Seguridad, el comisario Claudio Vázquez, su padre Gonzalo Alvarado, su madre Dolores, y su primera gran decepción amorosa, el que fue el causante indirecto de toda esta vida de costura y espionaje, Ramiro Arribas. Una novela ambientada en un contexto histórico de la posguerra y con muchas aventuras, acción, y una nueva misión donde caben el amor, la pasión, el drama, el esfuerzo y la superación .

Al principio de la novela Sira nos conecta con su anterior historia y nos recuerda a sus amigos. Comienza con una boda en Gibraltar con Marcus Logan, el periodista que trabajaba para los Servicios Secretos Británicos, hoy Mark Bonnard, eso hace que ella a partir de ahora sea Sira Bonnard. Con él recala en Jerusalén bajo el mandato británico en un territorio muy turbulento, entre palestinos, árabes y los británicos destinatarios estos últimos de los atentados tanto de palestinos como de árabes.

Precisamente el atentado del hotel King David le afecta de pleno, muere Marcus y ella ese mismo día da a luz a su hijo Víctor. Por estas circunstancias se traslada a Londres a casa de su suegra Olivia como viuda de británico y aunque su relación con ella es fría y distante, Su estancia es temporal, solo pretende arreglar sus asuntos de herencias y regresar a Marruecos con su madre para refugiarse de su dolor. Pero de nuevo reclaman sus servicios para seguir los pasos de Evita Perón por una España devastada y hambrienta, la Perona como se la conocía, venía con barcos cargados de trigo y carne, y gracias a Sira conoceremos los entresijos de este viaje, con un robo donde ella será la clave para solucionar un conflicto internacional.

La llegada de Sira a Londres es la clave para salir al mundo por su cuenta y empieza a trabajar en la  BBC como locutora para hispanohablantes. En mitad de las tensiones políticas y económicas que Argentina y Reino Unido mantenían a finales de los años 40, el gobierno decide contar con los servicios de Sira para una misión. Mandan a Sira a España durante la visita en 1947 de Evita Perón haciéndose pasar por una supuesta reportera de la BBC de Londres que sigue el tour de Evita.

Tras el éxito de este agobiante viaje es contratada por una agencia de seguros para valorar una póliza para la multimillonaria Barbara Hutton que se ha comprado el palacio El Sidi Hosni en Tánger. Allí se rodeará de sus antiguos amigos para entrar en este mundo que dejó atrás muchos años antes. En Tánger le volverán los mismos fantasmas del pasado que intentarán aprovecharse de ella, pero esta vez Sira es mucho más fuerte y sabe afrontar este nuevo revés y salir muy airosa.

Sira aprende a reinventarse, a luchar contra la adversidad y a poner en práctica todo lo que ha aprendido como colaboradora de los Servicios Secretos y lo que la vida le ha enseñado. Y es que Sira se ha transformado, ya no tenía nada que ver con la Sira del comienzo de la primera novela:

"Ni siquiera yo era la misma: por mí habían pasado asuntos turbios, sentimientos, responsabilidades y gentes diversas que me abrieron los ojos a lo mejor y lo peor de la condición humana, y me enseñaron a percibir donde se agazapa la mezquindad y desde dónde emergen la integridad y la decencia".







jueves, 29 de abril de 2021



Título: La paciente silenciosa
Autor: Alex Michaelides
Editorial: ALFAGUARA, 2019
Pág: 384


"Es gracioso, siempre he pensado en el miedo como en una sensación fría, pero no lo es: quema igual que el fuego".

Alicia Berenson es una pintora de éxito y una noche sin razón aparente dispara cinco tiros en la cabeza de su marido. Desde ese momento deja de hablar y se convierte en un misterio en toda Inglaterra esa negativa a hablar. 
Theo Faber, un ambicioso psicoterapeuta forense, se obsesiona con este caso y pone todo su empeño en desentrañar este misterio, para ello empieza a estudiar su entorno, a las personas que mejor la conocen y las posibles causas del homicidio. Con todo lo que empieza a ir descubriendo comienza a enfatizar con ella y va cambiando su perspectiva, lejos de verla como una asesina la ve como una víctima.
En la narración se van alternando capítulos narrados por el propio Theo donde nos va desvelando retazos de su difícil vida y el propio diario de Alicia donde nos va dejando pequeñas dosis de información.
Todos los personajes secundarios que aparecen en el libro tienen su parte de protagonismo a través de los cuales se va obteniendo información de esta trama tramposa y complicada.
Una novela muy entretenida y con un final un tanto sorprendente.

Alex Michaelides (Chipre, 1977) estudió Literatura Inglesa y Psicoterapia. Trabajó en una unidad de seguridad para adultos jóvenes, experiencia que le proporcionó material e inspiración para La paciente silenciosa, su primera novela y cuyos derechos cinematográficos han sido comprados por la productora de Brad Pitt; además, ha sido uno de los tres libros ganadores del Premio de los lectores de Goodreads. También es guionista de películas como Un robo inesperado, protagonizada por Uma Thurman y Tim Roth. Alfaguara Negra publicará próximamente su segunda novela, Las doncellas.

 


Rafael Alberti (1902-1999) está considerado uno de los mejores literatos de la Edad de Plata de la literatura española. Perteneció a la generación del 27 donde Alberti se caracteriza por su versatilidad poética. En su obra tiene cabida lo popular junto a lo culto (influencias clásicas y gongorinas, huella del surrealismo...), la poesía pura junto a la poesía política, el jugueteo verbal junto a la honda confesión de sus angustias o de sus nostalgias. Su primer libro Marinero en tierra (que obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1924), está lleno de evocaciones del mar, de las playas y las salinas de su tierra, de los recuerdos de su infancia ("aquel pozo nostálgico"), presidido todo por un vehemente anhelo de evasión. Un poema de este libro es La niña rosa, sentada en el que expresa la nostalgia que siente por su tierra natal y por su niñez. El poema tiene una historia curiosa. Habla Alberti en sus memorias (La arboleda perdida) de "una niña de doce o trece años, a quien en los largos primeros meses de mi enfermedad [una afección pulmonar padecida a los 18 años] contemplaba un atlas geográfico tras los cristales de su ventana. Desde la mía, solo un piso más alto, veía cómo su dedo viajaba lentamente por los mares azules...". Y añade: "Ella fue mi callado consuelo durante muchos atardeceres". "Esta pura y primitiva imagen... me acompañó por largo tiempo, llegando a penetrar hasta en canciones de mi Marinero en tierra...". Pero la niña no murió; simplemente, se hizo mayor y salió de la vida del poeta, quien afirma: "se me borró del todo, muriéndoseme verdaderamente". Esta Elegía constituye una transformación de aquel recuerdo en poesía pura. Alberti imagina una poética muerte, a la vez que proyecta sobre la niña, con amor, sus propios anhelos de evasión hacia el mar y su tristeza de ser un "marinero en tierra". Alberti crea un juego poético con este poema que en una primera lectura puede parecer inocente y sencillo, y lo utiliza para encerrar en él sus anhelos y sus recuerdos haciendo un uso excelente de las metáforas como recurso literario para expresar los temas de esta elegía.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Título: La princesa Paca
Autor: Rosa Villacastín, Manuel Francisco Reina
Editorial: Plaza & Janés
Pág: 352




Francisca Sánchez (1879-1963) era una joven humilde, hija de uno de los jardineros del rey Alfonso XIII. Era analfabeta y de vida sencilla dentro de una humilde familia pero el destino quiso que se topase con el escritor Rubén Darío en un día en el que paseaba por los jardines de la Casa de Campo junto a Ramón del Valle-Inclán. Gracias a este encuentro Francisca terminó convirtiéndose en princesa gracias a su amor incondicional por uno de los escritores más grandes de las letras hispanas de finales del siglo XIX y principios del XX, Rubén Darío, en aquel entonces corresponsal del diario argentino La Nación. Francisca se convirtió en la Princesa Paca, en el último y gran amor del poeta viviendo una vida de novela y desafiando a los convencionalismos de la época.

Pero la vida no fue fácil para ambos, Rubén, viudo de su primera esposa, aún estaba casado con Rosario Murillo, una mujer con la que había contraído matrimonio tras la amenaza del que se convertiría en su cuñado. Debido al estado civil de Darío, aspirar a casarse con Francisca pasaba por conseguir la nulidad papal, cosa que intentó sin éxito, o pedir un divorcio que tampoco nunca llegó. A pesar de las trabas legales y las más que seguras críticas sociales, decidieron vivir juntos.

Francisca y Rubén llegaron a tener cuatro hijos, de los cuales solamente sobreviviría uno, y mantuvieron una sólida relación a pesar de las largas ausencias del poeta debido a sus cargos diplomáticos. Pero en el tiempo que estuvieron juntos, Francisca se convirtió en la musa de Rubén, quien enseñó a su esposa a leer y escribir. Fue en uno de esos viajes, cuando él trabajaba en París, cuando el poeta Amado Nervo bautizaría a Francisca como "La princesa Paca".

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial Rubén Darío se marchó a América para dar conferencias de paz. El 6 de febrero de 1916 falleció en su ciudad natal a causa de una cirrosis provocada por los largos años de excesos con el alcohol. Cuando la triste noticia llegó a España, Francisca se refugió en Navalsaúz hasta que volvió a casarse con José Villacastín.

Francisca Sánchez llevó durante años un baúl azul en el que conservaría buena parte de la obra literaria de Rubén Darío que terminó donando al Estado Español.

Francisca tuvo una larga vida al lado de José Villacastín con el que tuvo dos hijos, de los cuales solo sobreviviría Carmen, madre de la autora que falleció en agosto de 1963.


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miércoles, 23 de abril de 2014

23 de abril Día del libro

En este maravilloso día del libro os dejo un poema de la escritora Carmen Gil Martínez:

Leer…

Es viajar, y no en avión,
coche, barco, tren ni moto,
a cualquier lugar remoto,
sin moverte del sillón.


Navegar por el Mar Muerto,
escalar el Himalaya
o una pirámide maya,
ir en camello al desierto…

Es trasladarte al futuro
o pasear de la mano
por el pasado lejano,
sin necesitar conjuro.

Subir a un mamut lanudo,
ver a Cleopatra en su trono
−¡cómo se da pisto y tono!−,
visitar Marte a menudo…

Escuchar con atención
esas historias aladas
que, con palabras calladas,
vuelan hasta el corazón.

Conversar con Gloria un rato
del camello de Melchor,
de un pingüino con calor,
de Chundarata o don Pato…

Es refugio y es consuelo,
como el cálido achuchón
que, con sabor a canción,
te da una nube del cielo.

Llamar al hado Parchís,
que ayuda con su varita
a aquel que lo necesita
si el mundo se vuelve gris.

La lectura es compañera,
esa amiga singular
con la que puedes contar,

hogar que acoge y espera.

Carmen Gil

Feliz día del libro y ánimo a leer mucho

domingo, 20 de octubre de 2013

Olivia no sabe perder

Hoy os voy a dejar un cuento muy bonito de Elvira Lindo, con él se puede trabajar con los niños los valores del compañerismo, respetar el turno, el respeto a los mayores, el saber perder y lo importante que es la familia.

Título: Olivia no sabe perder
Autor: Elvira Lindo
Nº de páginas: 24 págs.
Editoral: EDICIONES SM
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788434852884
Recomendado: Prelectores de 0 a 4 años



Olivia no sabe perder

Olivia está muy aburrida, lleva media hora tumbada en el sofá diciendo:

-Quiero ver la tele, quiero ver la tele.

Y como no la dejan, Olivia pone las botas encima del sillón, canta una canción horrible y dice cada cinco minutos:

-Me aburro mucho.

Los demás también están aburridos de Olivia. Su mamá y sus abuelos. Todos dicen cada cinco minutos:

-¡Qué pesada es esta niña!

De repente, la abuela de Olivia se levanta muy decidida, va a la habitación de Olivia y vuelve con una sonrisa en los labios:

-¡Vamos a jugar a la Oca!

La abuela, la mamá y Olivia se sientan en la mesa.

-¿Por qué no juega el abuelo? -pregunta Olivia.

-Al abuelo no le gusta -contesta la abuela.

Empiezan a jugar. Qué buena suerte que tiene Olivia, su ficha siempre cae en las ocas y dice eso de:

-De oca a oca y tiro porque me toca. Y luego dice eso de:

-De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente.

Olivia está emocionada por tener tantísima suerte. Salta encima de la silla y tiene que sujetarse la barriga porque ganar le da mucha risa.

Su ficha ha llegado a la meta la primera. La mamá y la abuela levantan los brazos de Olivia. ¡VIVA LA VENCEDORA!

-Vamos a jugar otra, por favor- pide Olivia.

Empiezan una nueva partida. Pero ¿qué ocurre? Algo se ha estropeado. Los dados se han puesto en contra de Olivia y solo sacan unos y doses...

-No importa, Olivia, todavía estamos empezando -le dice su abuela.

Pero la ficha de Olivia cae en el laberinto...

-No importa, Olivia, eso le pasa a cualquiera -le dice su mamá.

Pero ahora la ficha cae en la horrible calavera. Olivia tira los dados al suelo, y se pone a llorar amargamente:

-Sois unas tramposas.

La mamá de Olivia se está enfadando por momentos: -EL QUE NO SABE PERDER ES QUE NO SABE JUGAR.

Olivia se va con el abuelo al sofá a buscar consuelo.

-Abuelo, juega tú conmigo... Yo te enseño, es muy fácil.

-Yo sé jugar a la Oca, lo que no sé es... perder, así que nunca puedo jugar.

Olivia se le queda mirando con pena.

Pobre abuelo, tan viejo y sin poder jugar.

-Si es muy fácil, abuelo...

-Que no, que no, que perder me pone rojo de rabia.

Pero Olivia se empeña. Y juegan una partida. Olivia hace trampa para que sea el abuelo el que gane. Y el abuelo gana.

-¿Ves, abuelo? He perdido y no me pasa nada.

-No sé, no sé si yo seré capaz de perder y que tampoco me pase nada.

Olivia propone que ahora jueguen los cuatro.

-Pero tienes que arriesgarte, abuelo, que ellas juegan muy bien, y el que no sabe perder no sabe jugar.

-Claro, claro -dice el abuelo.

Lo que nuestra Olivia no sabe es que su mamá le ha guiñado un ojo al abuelo, el abuelo a la abuela, la abuela a su mamá. O a lo mejor sí que lo sabe y les está tomando el pelo a todos.

Porque Olivia es una niña muy lista y ha aprendido que siempre es mejor perder que aburrirse como una ostra.

Elvira Lindo


El autor:



Elvira Lindo Garrido nació en cádiz en 1962, es escritora y periodista. Vive en Nueva York de diciembre a junio y en Madrid el resto del año.

Con doce años se trasladó a vivir a Madrid, donde, tras el bachillerato, estudió periodísmo que alternó con su trabajo como locutora para Radio Nacional de España, abandonando finalmente la carrera para dedicarse de lleno a su trabajo en la radio y televisión como locutora, actriz y guionista.

Su primera novela se construyó en torno a uno de sus personajes radiofónicos, que ella misma interpretaba en la radio, el niño madrileño Manolito Gafotas (1994), que se hizo muy popular y un clásico de la literatura infantil española, protagonizando una serie de novelas en primera persona escritas con sólido estilo literario, humor, ironía y aguda crítica social. Además de los libros de Manolito Gafotas, Elvira Lindo ha publicado cinco libros de otro personaje, Olivia (una niña muy traviesa, cuyas aventuras van destinadas a un público de corta edad).

Desde su columna veraniega en El País ha caricaturizado su vida de intelectual progre, crónicas que después han sido publicadas en forma de libros (Tinto de verano, El mundo es un pañuelo —Tinto de verano II— y Otro verano contigo).

La autora ha escrito también novelas para adultos y teatro, e hizo los guiones para las películas La primera noche de mi vida, de Manolito Gafotas, Ataque verbal, Plenilunio, adaptación de la novela de su marido, el escritor y académico Antonio Muñoz Moñina.

En 1998 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y en 2005 el XIX Premio Biblioteca Breve.